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Celaya, Gto., a 14 de septiembre del 2024.- Los chiles en nogada son uno de los platillos más emblemáticos de la gastronomía mexicana. Con su combinación de sabores dulces y salados, y su presentación festiva en colores verde, blanco y rojo, representa un homenaje culinario a la independencia de México. Pero, ¿cómo surgió este platillo y qué lo hace tan especial?
La leyenda más extendida sobre el origen de los chiles en nogada se remonta a 1821, cuando Agustín de Iturbide, líder del Ejército Trigarante y artífice del Plan de Iguala que selló la independencia de México, llegó a la ciudad de Puebla. Según el relato popular, las monjas agustinas del convento de Santa Mónica decidieron preparar un platillo en su honor, aprovechando los ingredientes de temporada. Así, crearon los chiles en nogada, cuyos colores simbolizaban los del Ejército Trigarante: el verde del chile poblano, el blanco de la nogada (una salsa de nuez) y el rojo de la granada.
Aunque la autenticidad de esta historia ha sido debatida por los historiadores, lo cierto es que el platillo adquirió una connotación patriótica, convirtiéndose en un símbolo del orgullo nacional, servido en las celebraciones de la Independencia cada mes de septiembre.
Lo que hace únicos a los chiles en nogada es su combinación de ingredientes, que varían ligeramente según la receta, pero que siguen una línea clásica: chile poblano, un relleno de picadillo de carne de res o cerdo, frutas de temporada como manzana panochera, pera de San Juan, durazno criollo y plátano macho, almendras, pasas, y una salsa elaborada con nuez de Castilla, leche, y queso de cabra. Todo ello se corona con granada y perejil fresco, dando como resultado una explosión de colores y sabores.
Este platillo se asocia a la temporada de las nueces de Castilla y la granada, que coinciden con los meses de agosto y septiembre, lo que refuerza la idea de que es un plato estacional, perfecto para los festejos patrios.
A lo largo de los años, la receta ha sido reinterpretada en diversas regiones de México y el mundo. Hoy en día, existen variantes con ingredientes adicionales o sustituciones más modernas, como versiones vegetarianas o con frutas diferentes según la disponibilidad local. Sin embargo, la esencia de los chiles en nogada se ha mantenido fiel a su versión original.
En algunas familias, la preparación de los chiles en nogada es una tradición que se hereda de generación en generación, cuidando cada detalle del proceso, que puede ser laborioso pero gratificante. Para muchas personas, preparar o disfrutar de este platillo es una forma de conectar con la historia y la cultura de México.
El chile en nogada ha transcendido fronteras, y aunque su consumo sigue siendo principalmente estacional en México, en otros países se han hecho populares como un ejemplo de la riqueza culinaria mexicana. Para muchos chefs, preparar este platillo es un reto, ya que la armonía entre los sabores dulces, salados y ácidos es crucial para lograr la perfección.
Más allá de su historia y origen legendario, los chiles en nogada se han convertido en un símbolo de la identidad mexicana, representando no solo el ingenio culinario de las cocinas conventuales, sino también el espíritu de independencia y orgullo nacional. Cada septiembre, el plato resurge para recordar los valores que definieron el nacimiento de México como nación independiente, haciendo de los chiles en nogada un verdadero patrimonio gastronómico.
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