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Celaya, Gto.- Celaya está llena de historias, la Casa de la Cultura es un gran referente de la ciudad, sin embargo, lo que esconde su fachada intriga a todo aquel que conoce su historia.
Su construcción se remonta en 1609 a cargo de Don Antonio Elexalde, arquitecto de la época. La obra fue finalizada en el año de 1640 quedando en manos del Prior Fray Jerónimo de Morales, quien fundó el convento de San Agustín en Celaya.
Sin embargo, su destino tomó un giro inesperado en 1873, tras la Independencia de México, cuando fue expropiada y convertida en la cárcel municipal.
Durante décadas, este antiguo recinto albergó a aquellos que habían transgredido la ley, y su estructura sufrió el deterioro del uso y el paso del tiempo. Las paredes de esta institución fueron testigos mudos de historias desgarradoras, y los reclusos de esa época plasmaron sus experiencias y emociones en ellas.
Hoy en día, la Casa de la Cultura resplandece como un centro de arte y aprendizaje, pero su pasado no ha sido olvidado. La población local susurra sobre fenómenos paranormales y presencias inexplicables que acechan en sus rincones, recordándonos que cada edificio tiene su propia historia por contar, incluso más allá de lo que ven nuestros ojos.
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